martes, 21 de abril de 2015

palabras palabras palabras...























...paroles paroles paroles...

Así cantaba Silvana di Lorenzo en la vieja y entrañable ciudad de León, en un atardecer del verano del 73... Ayer, sin más!

Era el cumpleaños de su amiga, y compañera de trabajo, y localizó este viejo disco. Tenía un cierto valor sentimental para ella. Se identificaba con esta letra al vivir una experiencia de amor con una persona que encajaba casi perfectamente con la misma...

Ayer también, y este ayer es 42 años después, la misma persona le comentaba que no se sentía identificada con la imagen, actitudes, palabras, hechos, que hoy conforman su vida. Ella. Le decía que es como si estuviese encadenada a algo que no es ella. Que ya no es ella.

No cabría dudar que algo habrá hecho, o dejado de hacer, para que hoy recolecte siembras de un ayer que, de haber sabido la evolución de la vida, no hubiese sido la misma.

Y si bien su bandera, hasta hoy, roza casi la sequedad, como secas están las tierras de su Castilla la Vieja, así se define, no hay duda que la vida llama a su puerta...

La llama a un cambio de actitudes. Sonrisas, en lugar de seriedades. Palabras amables, sustituyendo gestos adustos. Prodigarse en abrazos, deseados, y que hoy no están. Besos, olvidado ya como se hace...

La llama principalmente a aceptarse tal y como es hoy... Ella... En su interior. En su esencia más íntima. En el lugar secreto de lo más elevado. Y cuando esto suceda todo a su alrededor cambiará en consonancia con ello.

¡Lo sabe! El ansia de cambio es grande... El encuentro consigo misma es imparable...

Sólo tiene que tener confianza en ella... Y avanzar!

_______________._______________
Ayer fue un día de palabras. Fui receptor de algunas y testigo de otras ajenas. Un sin fin de ellas. Las hubo de todos los gustos, colores, tendencias y relevancias. Y constaté, una vez más, de la ligereza con que en muchas ocasiones las empleamos.

Si nuestra intención es expresarlas, no es suficiente que nosotros las consideremos importantes. Debemos tener muy presente si las mismas serán recibidas igual en la otra parte. Si no es así, o hay dudas al respecto, es mejor guardar silencio.
_______________._______________

14 comentarios:

Unknown dijo...

Querido ernesto : Silvana decía "Parolas... parolas "... como nadie. La trajiste a mi memoria.
Hermosa entrada.
Un abrazo gigante.
¡Feliz día !

lunaroja dijo...

así es Ernesto! Las palabras cobran vida propia,pero,nosotros lo hacemos posible!
Preciosa entrada! Maravilloso recuerdo con esa canción!

maria cristina dijo...

Ernesto, esa chica hermosa, de familia italiana, que salió de un programa para la juventud acá en Argentina hace muchos años, Música en Libertad, qué lindo recuerdo, hizo muy buena carrera, dupla en espectáculos con un genial compositor y cantante, Chico Novarro, sigue siendo una hermosa mujer, gracias por traerla hoy acá, mis hijos crecieron a la par, y el tema de las palabras, ah! cuántas veces haríamos mejor en callar, un abrazo!

Marina-Emer dijo...

Hola amigo: Es verdad que segun quien diga , o diga, o quien se digan, las palabras pueden ser diferentes y tomarse de otra manera...mira amigo mio ...al ver tu comentario solte una carcajada ,pero asi mismo como te lo digo...me dice una alumna...?de que se rie tanto profe? y es que... Ernesto dices...hola,pequeña rama del arbol de la vida...si eso escribi, pero tu lo has escrito con una gracia y ternura a la vez...
Un abrazo amigo ...siempre a tu lado ya lo sabes que si.
Marina

María dijo...

Las palabras alcanzan intensidad dependiendo de cómo se digan.

Un beso, amigo Ernesto.

AMALIA dijo...

Muy importantes las palabras.
Y saber cómo decirlas...
Bonita entrada y muy reflesiva
Un fuerte abrazo

Mari-Pi-R dijo...

Las palabras son sonidos que unos los hacen agradables y otros no, tan solo es saberlas utilizar con la buena tonalidad y el cariño en que se digan.
Esta canción fue de las que uno se pegaba a ella.
Un abrazo.

alp dijo...

Me recuerda a mi padre cantando mientras pintaba...buen recuerdo me has traido..un abrazo desde Murcia...

Ángela dijo...


El arte de dominar las palabras...reflexionar antes de utilizarlas...
Y recuerdo esa cita conocida:"Perdóneme que le haya escrito una carta larga porque para una corta no he tenido el tiempo.” Le escribió Goethe a Schiller.
Bonitos recuerdos evoca esa canción y esa bella ciudad.
Un abrazo, Ernesto.

mariarosa dijo...


Un lindo recuerdo, una canción que a todos nos recuerda algún momento especial.
Nosotros hacemos nuestra vida, si no resulta como la imaginamos, quiere decir que en algo nos henos equivocado.
De nada sirve quejarse. hay que salir a flote con lo mejor que tengamos......

Soñadora dijo...

Me gusta mucho esta entrada, la canción suena aún en mis oídos, y lo que cuentas me lleva a preguntar: qué cosas de este hoy desearé haber cambiado unos años adelante? reflexión a veces necesaria.
Y bueno, qué decir del peso que tienen las palabras, suelo ser de pocas palabras, mejor oyente incluso, pero a veces se escapa alguna que hubiera sido mejor callar .
Gracias por hacerme reflexionar, un abrazo!

estrella en el ocaso dijo...

Maravillosa entrada. Buen atine con el consejo del último párrafo.

Ernesto te dejo un saludo cordial. ¡Feliz finde!

Tesa Medina dijo...

Si queremos que algo cambie en nuestra vida debemos cambiar nuestra manera de ser y pensar, hacer algo para que esté más de acuerdo con nuestros deseos. Los milagros no existen.

Parole, parole, parole...

Ya nos dejó dicho William Shakespeare que "Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras"

Cuantas veces he deseado seguir este sabio consejo... después de hablar...¡Uf!

Veo, Ernesto, que compartimos gusto por la espiritualidad oriental y por Vivian, que la echo mucho de menos con su humor inteligente e irónico.

Ah, Xavi es catalán, pero de origen vasco.

No seguimos viendo. Un placer conocerte



Rosa B.G dijo...

Buscarse a sí misma es lo mejor que puede hacer.
Las palabras dicen mucho, pero a mí siempre me dijeron desde niña que se las lleva el viento. Que la verdadera vida son los hechos, eso es lo que va a quedar de nosotros por donde vamos.
Las palabras se pueden rectificar, al igual que un comportamiento...los hechos muchas veces ya no.
Un saludo
Rosa